Chasing Almacigas

I'm Camino Mortera, and I think and write on the EU, internal security, migration, counter-terrorism, Sundays in Berlin, yellow skirts and blue skies. In English, Spanish and (sometimes), French

Polonia IV (y último): las cabras de Chequia y el ejército polaco

Couch Surfing: “intercambio de sofás” o red de viajeros que ponen a disposición del resto de Couch Surfers un sitio en su casa, ya sea el suelo, una cama, un sofá etc…en esencia es un hippismo optimista que pretende conseguir un mundo mejor a través de la posibilidad de viajar “de gratis”, conociendo a gente del país y estableciendo relaciones que posteriormente servirán para que el acogedor sea el acogido y a la inversa. Tiene un poco de secta, un mucho de los Scouts, y un montón de buenrollismo. Para más info: couchsurfing.com

DRAMATIS PERSONAE:

  • El Gurú: aka Bartek, rey y señor del CS en Cracovia, cuya casa es una oda al desprecio por la propiedad privada y a la generosidad llevada hasta sus últimos extremos. Se cree que no puede parar de sonreír, que nunca se enfada, y hay teorías de que se trata de un “Iluminado”, o Angel, sin sexo ni ataduras terrenales, rubio, de ojos claros y voz taimada
  • La Patriota: nuestra guía personal en Cracovia, una Couch Surfer convencida, siempre dispuesta a ayudar y con un concepto de Polonia mucho más alto del que cualkiera de nosotros tenemos de nuestro país. Sin ella hubiéramos estado más perdidos que un pingüino en un garaje polaco
  • La inconexa: compañera de suelo improvisada, viene de Letonia en dirección a Grecia. Una servidora casi nunca podía seguir lo que contaba porque parecía no tener filtro entre pensamientos y palabras, con lo cual decía lo primero que se le ocurría. En ocasiones, veía polacos.
  • El Maligno: curandero y personal coach polaco también imporvisado compañero de suelo. 4 décadas, mucho morro, afición por las casas y comidas ajenas, y bordería de serie.
  • La Lesbiana Patinadora: personaje secundario
  • Checking Boyfriend: checo con bigotillo a lo George Clooney del que nos enamoramos platónicamente. En mi opinión, demasiado “arrogant”. Claro que eso tb puede tener que ver con la historia que paso a relatar…

En Cracovia hace mucho frío. Pero frío-que-te-cagas. Así que utilizan ese anticongelante tan cotidiano en los países noreuropeos que es el alcohol. La noche del sábado empezó con vino casero en una estación tétrica de autobús y un “mirad, esto es muy importante: en Polonia, el símbolo para los servicios es WC, quedaros con eso, vale? siempre que queráis ir a un servicio, buscad W-C…” (no me preguntéis, no me preguntéis…). Una fiesta CS y varios sorbos a la versión polaca del Glühwein (la madre que los parió…) después, acabamos en una discoteca intentando ligarnos-platonicamente, que conste-al Checking Boyfriend. Lo del Checking Boyfriend es una confusión derivada de un juego de palabras en inglés-Czech, de checo, Check del verbo to check- que a mí personalmente me hizo mucha gracia pero entiendo que al lector le parezca tremendamente estúpida, más aún teniendo en cuenta la complejidad de la explicación no oral. En cualquier caso, como a una no le importa ponerse en ridículo, digamos solamente que la noche se resume en una chat-up line:

– And the goats in Czech Republic…do they dance like you?

Y un intento de explicación del gag del tren a Cracovia a un checo completamente desconcertado:

-Pleeeeeease, don´t kick me ouuuut, I´m going to Cracow, to see my son, he´s sick, u know…

Una vez en casa, compartimos suelo con 3 indonesas, un polaco y nuestro adorable Checking Boyfriend. Al día siguiente, la Inconexa y el Maligno entrarían en nuestras vidas. Una se ha convertido ella misma en una maricona mala, a pesar de todo lo que predica en su contra. O igual es que una ya no tiene paciencia, que una se está haciendo mayor, pero a mí, ni el uno ni la otra me daban especial buen rollo, ni ganas de conocerlos, ni ná de ná. Como he dicho, a la Inconexa no le entendía nada, desde su forma de vida a sus explicaciones, pasando por su inconsiciencia infantil, y el Maligno  me parecía un caradura de 40 añazos, que vivía a costa de los demás y que de curandero tenía tanto como yo de modelo sueca…

En cualquier caso, la Inconexa nos regaló uno de los momentos más divertidos del viaje, cuando, después de insistir, durante al menos 45 minutos, que en Rusia (por qué Rusia, de nuevo, no preguntéis), la comida no era igual que en Polonia (no preguntéis, no preguntéis…) soltó aquello de “a veces me da la sensación de no estar en mi país”-“en ocasiones veo polacos…”- a lo que una crispada cami le respondió “PERO ES QUE NO ESTÁS EN TU PAÍSSSSS”. Buen resumen de su personalidad.

Mientras, la Patriota nos iba explicando todo lo explicable de Cracovia, sus leyendas, sus inglesias, sus gentes, intercalando de vez en cuando perlas como la del WC o “aquí, en Polonia, los conductores noveles y las autoescuelas llevan una L”, o “Isaac, aquí, en Polonia, estas plantas las pisamos, no nos las comemos. Noooo te las comas”.

Y podría contar mil historias más, pero sin duda la que se merece la palma es la del ejército polaco.

Recordáis que me había dejado el pasaporte en casa, verdad? bueno, pues tuvimos la inmensa suerte de toparnos, a la vuelta, con un control aleatorio de drogas. Esto no era la frontera, que conste. Era “el medio de la puta polonia, y tu estás cantando”, y la tropa que nos paró no eran policías de fronteras que conste. Eran el ejército polaco. Como 40 soldados, o más.

Uno tras otro nuestros polacos de las minas íban entregando sus pasaportes. El ejército se acerca al final del autobús, donde siempre se sientan los malotes de la clase y los españoles. Isaac, Lucía, pasaportes en mano. Camino, cara de mártir y explicación en inglés. El soldado que me mira con cara de señorita, qué me está contando, y manda llamar a otro soldado con  algún-que no demasiado tampoco-conocimiento de inglés. Bajo del autobús y, rodeada del típico corrillo que se forma en estas situaciones-soldados, conductores aburridos, algún que otro espontáneo, todos aportando su valiosa opinión, vamos la versión polaca de los jubilados y las vallas- le explico al soldado guapo y viajado mi situación. Consulta con el superior. Vale, muy bien señorita, escriba aquí todos sus datos, nombre de sus padres, dirección en berlín, dirección en España etc… viaja usted con amigos? sí. Amigos españoles? sí. Amigos muy amigos? sí. Muy bien, llame por favor a su amiga y dígale que baje. Lucía, que te llaman, el soldado que habla inglés está superbueno. Dios Cami, ni cercada por el ejército polaco cambias eh? risas nerviosas. A Lucía la interrogan sobre mí, como en aquel programa de las parejas, que les preguntaban a cada uno los gustos del otro para ver si de verdad se conocían y se querían tanto como decían. A todo esto, el corrillo seguía aportando su sabiduría-en polaco-y había pasado ya una media hora. Los del autobús se empezaban a impacientar. Sube Lucía y ahora es el ejército quién forma corrillo. Me los puedo imaginar. Nadie sabía que hacer y cada uno iba proponiendo ideas. Parece que al final triunfó el más tonto, porque volvieron a subir al autobús para pedirle a Lucía por favor-lo que entendimos después de sus buenos 5 minutos intentando descirfrar su polaco-inglés-alemán-que escribiera en un papel:

I´m Lucía Pérez. Camino Mortera is my friend

“No doy crédito tía” “Yo tampoco”. Puedo bajar otra vez señorita? llevábamos ya una hora parados. Los polacos del autobús estaban más que impacientados, enfadados. Si no nos retiene el ejército polaco, nos asesinan los de la mina…puede usted escribir aquí:

-I forgot my passport in Berlin

“Sigo sin dar crédito”. Mire, llame a la embajada, póngase en contacto con quién quiera, abra mi maleta, reténgame a mi sola, pero por dios, deje irse al autobús (que me matan, me matan…). Señorita, espere un momento. mmmm, Spain yess? yes. OOOOOOHHH, Spain hot hot, here not hot not hot. Mmmm, yes?. Berlin? Berlin not hot. Spain cool, Berlin niiiiiiii cool. “Por faor Dios, o quien seas sácame de aquí, estos polacos están jartos, los soldados no se enteran los del autobús quieren asesinarme, no me entiendo con ellos, hace demasiado frío y me duele la garganta…”

2 responses to “Polonia IV (y último): las cabras de Chequia y el ejército polaco

  1. laespumadelosdias December 19, 2008 at 2:21 pm

    Acabo de flipar con lo de El País. Y no se muy bien que pensar, la verdad.

  2. laespumadelosdias December 21, 2008 at 3:50 pm

    tia me parto, ayer lucía me escenificó toda la aventura. Lo de que el soldado estuviese buenísimo me hace una gracia total. Ya verás al nuevo camarero del diario. Ya verás, ya.

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